—La gente que me conoce sabe que aprecio a Pablo. Mi familia y...
—Pero yo casi soy un extraño —interrumpí—. Y me gustaría oírlo de ti.
—¿Oír el qué?
—Que le quieres de verdad. Que no te casas con él para salir de tu casa,
o para dejar Barcelona y a tu familia lejos, donde no puedan hacerte daño. Que
te vas y no que huyes.
Los ojos le brillaban con lágrimas de rabia.
—No tienes derecho a decirme eso, Daniel. Tú no me conoces.
—Dime que estoy equivocado y me iré. ¿Le quieres? Nos miramos un
largo rato en silencio.
—No lo sé —murmuró por fin—. No lo sé.
—Alguien dijo una vez que en el momento en que te paras a pensar si
quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre —dije.
Bea buscó la ironía en mi rostro.
—¿Quién dijo eso?
—Un tal Julián Carax.
Acabei o livro há uma semana. Recomendo seriamente, não tanto pela qualidade da escrita, mas pela maneira como o livro nos agarra, género Código da Vinci, mas mais bem escrito. As últimas 150 páginas então, geniais.
sábado, 5 de maio de 2007
La sombra del Viento II
Publicada por rosé mari às 15:51
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário