terça-feira, 30 de setembro de 2008

3,2,...

Estranho bloqueio este. Estranho deserto com oásis de água salgada. Estranha letargia, arrogância, indiferença, yo que sé. Que ganas de explotar, de irme a fuera de mí. Que inútil viaje, que asco de la indefinición de no saber si es mejor tener un rumbo o seguir buscándolo entre las tinieblas de nuestra existencia.

Ostia, lo estaba necesitando. Quem diria que a ressaca poderia funcionar como um catalizador?

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